miércoles, 1 de octubre de 2008

Soledad y Tristeza

Que largos se hacen los dias
y que lentas desfilan las horas.
Arrinconado entre las sombras
recordando tantas cosas
lagrimas que recorren mi cara
con breves interrupciones
en un llanto tan amargo
que apenas se detiene
La perdida de lo amado,
el dolor por la certeza
de no poderlo recuperar
y el estomago encogido
y el alma presa en mi cabeza
que duele como una herida de muerte
y no cesa de sangrar
el sentirte tan solo y apartado
de la vida de los demas
el desprecio que generas
y que no puedes cambiar
lloro, si, lloro como un hombre
y me quito mi orgullo de encima
pero seco mis labrimas
con la manga de mi camisa
para seguir sintiendo se cercania
me revuelco en dolorosos sofocos
que me oprimen el pecho y el alma
y no se que otra cosa
se me pueda tirar encima
porque seguro, que caera

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